Revista Expansión # 302 Junio 2009
En Nueva York hay quien ya lo considera un starchitect o arquitecto estrella. Tal vez eso le ha servido a Enrique Norten para capotear un poco mejor que otros la crisis financiera. Acaba de presentar un nuevo proyecto de hotel y vivienda en Manhattan, que se suma a un edificio de departamentos en pleno Tribeca, una de esas zonas supuestamente hippies donde el pie cuadrado se vende a miles de dólares. Estar en Nueva York es estar en el epicentro del terremoto financiero, dice Norten. No es una foto feliz la que estamos viendo, pero ahora nos toca a todos sobrevivir. El despacho de Norten, Ten arquitectos, crece en México y se mantiene en Manhattan. En México continúa dos edificios en Paseo de la Reforma, más una intervención en el Museo del Chopo. Eso sí: la crisis metió en el cajón el proyecto del Guggenheim de Guadalajara y del malecón en Nueva Orleans. |
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En las obras de Norten predominan el cristal, el concreto, el blanco y el negro. Su nuevo edificio, en una de las zonas más exclusivas de Guadalajara, está cubierto por una malla metálica que le da una apariencia de película futurista de los años 90. Según dice, no es que prefiera el blanco y el negro, sino que le interesan más la esencia de los materiales que la pintura. La gente y su participación con la obra es la que le da color. Fuente: Alfredo Pelcastre & Roberto Moran www.cnnexpansion.com |